La hermandad recupera mediante donación una potencia del Cristo antiguo.

La hermandad de la Sta. Caridad y Misericordia ha recuperado una potencia que perteneció al Cristo antiguo, gracias a la donación de Dña. Salud de Pablo- Romero y de la Cámara, descendiente de la familia Benjumea, que ha estado vinculada a esta ilustre institución durante siglos, de hecho su abuela fue Dña. Juana Benjumea y Zayas, hermana de D. Eduardo Benjumea y Zayas, IV Marqués de Monteflorido, y de D. José Benjumea y Zayas, e hija de D. Eduardo Benjumea y Gil de Gibaja, todos ellos Hermanos Mayores de esta hermandad entre finales del s.XIX y principios del s.XX.

Esta potencia realizada en plata, conformó parte del patrimonio de nuestra hermandad, ayudando a realzar y enaltecer la sagrada efigie del Stmo. Cristo de la Misericordia. La llegada de los tristes sucesos de la Guerra Civil (1936-1939), no sólo esquilmó el rico patrimonio sino que casi acabó con la corporación. Esta potencia se caracteriza por ser una pieza simétrica, y que sigue el modelo de interpretación ornamental del barroco tardío en orfebrería, caracterizado en el gran detallismo y minuciosidad en su concepción. Su compostura de gran simpleza estructural arranca de una base labrada de hojarasca y rocalla calada y punteada, de evidente naturalismo. Sobre esta base calada a modo de colofón hacen acto de presencia 5 rayos, con alternancia de dos rayos lisos en los extremos y de dos rayos flamígeros (flameantes), a ambos lados del interior, siendo éste un recurso muy típico del s. XVIII en la orfebrería. En la parte central, flanqueada por estos rayos, nos encontramos con un doble elemento decorativo, siendo estrella de 8 puntas, Estrella de Salomón, la cual se ubica como colofón de esta parte central, con un tamaño considerable, y la otra estrella se repite en la parte inferior, de reducidas dimensiones.

El modelo compositivo que representa responde a antiguos sistemas elaborados y difundidos a partir de la segunda mitad del s. XVII y comienzos del s. XVIII, cuando fue muy usual plantear remates de rayos en los que alternaban los rayos rectos con los flameados (flamígeros), pero su decoración era rica y muy elaborada, lo que representa la estética del pleno barroco dieciochesco, cercano al Rococó como afirma Dña. María Jesús Mejías Álvarez, doctora en Historia del Arte, y profesora de la Universidad de Sevilla, quién ha podido contemplar dicha pieza.

Es por ello motivo de gran júbilo para esta institución recuperar esta pieza de gran valor artístico y sentimental, que pasará a engrosar el valioso y copioso patrimonio que posee.

Bibliografía:

  • Platería y Orfebrería histórica de las Cofradías y Hermandades s. XVII-XIX. Año 2011. Autor: Rafael Valentín López Flores (Doctor en Historia del Arte)