Pasajes de nuestra historia.

Corría el año de 1678, y una nueva epidemia de peste proveniente de Orán llegaba al puerto de Málaga, y asolaba Granada, Motril, Ronda, Antequera, Sevilla, llegándo incluso al Puerto de Santa María, extediéndose con una rapidez insólita y con gran virulencia sobre la población. Ésta ha sido considerada por los historiadores como la tercera epidemia de peste relevante en el s. XVII, tras las de 1599 y 1649 (siendo está última la más mortífera ya que hizo sucumbir a unas 60000 personas, un 46% de la población de Sevilla). Estas difíciles circunstancias hicieron que una vez más todos los ruegos de hermanos, fieles, devotos e incluso el Arzobispo de Sevilla se alzaran hacia el Santímiso Cristo de la Misericordia, solicitando el propio Arzobispo de Sevilla que la efigie salga en procesión general. Así lo atestigua el acta de cabildo extraordinario de 26 de octubre de 1678, donde el Vicario de la villa de El Arahal Don Luis Núñez Zarçuela y
Peña, solicita, por orden del Arzobispo de Sevilla, la salida en rogativa del Stmo. Cristo de la Misericordia. En el documento se especifica que los hermanos deben portar hachas, seguido del estandarte portado por el Mayordomo Don Gaspar de Zayas,(Hermano Mayor) y por último algo inédito como que los clérigos de la localidad solicitan portar durante dicha procesión la sagrada efigie, a lo cual accede la junta de gobierno. En el documento aparece una plegaria: «SANCTI CHRISTUS ORA PRO NOBIS».
Bibliografía:
– I Libro de Acta de Cabildos 1677-1775, documento. Archivo de la Hermandad de la Santa Caridad y Misericordia.
– A. Domínguez Ortiz «La sociedad española en el siglo XVII».
Fotografía.
– Retablo cerámico del Santo Christo del Hospital de la Misericordia de la villa del Arahal. (s. XVIII).
Calle Pedrera, nº 26 (Arahal)