De la ermita, que estaba ubicada en el centro del lugar, se conserva hoy sólo su portada, actual acceso al hospital, considerándose como el elemento arquitectónico más antiguo que se conserva en esta localidad. La portada que responde al decadente estilo mudéjar es de ladrillo agramilado y arco moldurado y apuntado, rematada por una moldura horizontal sin canes ni motivos que la interrumpan. Carece de columnillas, no es abocinada y tiene sección trapezoidal.

Se completaba con un campanario con una sola campana, tipo torre- fachada y se accedía al mismo por una escalera de madera de diecisiete pasos, situada a los pies de la nave.

El interior de la primitiva ermita (actual patio del hospital) (foto no 4), en sus orígenes, era de una sola nave, con una superficie de veintiocho varas de largo y cerca de seis varas de ancho (23,40 mts. de largo x 5 mts.de ancho).

En su cabecera existía la capilla mayor que albergaba “la imagen y hechura del Sto. Cristo amarrado a la columna, de madera, que tiene la advocación del Sto Cristo de la Misericordia…” a ambos lados dos capillas secundarias donde estaban ubicados los altares del Santo Cristo Crucificado y “… La imagende Ntra. Sra. de Belén de talla con su Niño en su tabernáculo, a cuyos lados tenía dos imágenes de medio cuerpo de madera embarnecida, una la de S. Francisco y otra de S. Pablo ” hoy desaparecidas.

El Crucificado de los hermanos de la Escuela de Cristo, presidía en la iglesia nueva el retablo del Sagrario. La otra capilla estaba presidida por la Virgen de Belén, imagen titular de la Hermandad

Estas capillas se encontraban separadas del resto de la nave por una barandilla de hierro “… Que cercaba los tres altares en la capilla mayor…”

Los muros de la ermita eran de ladrillo y mampostería, abriéndose en ellos pocos vanos, de tamaño reducido y estando reforzados por gruesos estribos y contrafuertes, como puede observarse en la pared lindante con la calle Consolación.

Los vanos consistían en ventanas y puertas. De estos escasos vanos sólo se habla de cuatro puertas que se corresponden con la de entrada, situada a los pies de la nave por la que se accedía a la misma a través de un cancel de madera; una segunda, situada a mano izquierda de la anterior según se entraba a la ermita; una tercera a mitad de la nave, en su parte izquierda que se comunicaba con el hospital; y la última, de la sacristía, situada en la cabecera. Todo el portaje era de madera de Flandes.

La cubierta de la ermita era de madera de pino de la tierra, con una perfecta disposición de su enmarcado de sercos y tirantes; la moldura que cubría toda la nave era de teja morisca.

El segundo momento histórico tuvo lugar a finales del siglo XVI, concretamente a los cientos seis años de la construcción de la ermita, sufriendo una gran transformación porque se había quedado muy pequeña “…Porque en estos tiempos son de mayor devoción en el Señor y de mayor población…”

El espíritu de religiosidad en el siglo XVI y XVII era enorme, acrecentado a raíz del Concilio de Trento que finalizó en el año 1563 y que se convirtió en el gran impulsor de la Contrarreforma. Es el momento de la fundación de las Hermandades de sangre en Arahal: La Cofradía de la Santa Caridad y Misericordia que se funda en el año mil quinientos uno.

La nave se amplió y se le agregó una segunda nave de colgadizo de ochenta metros cuadrados aproximadamente, para cuya comunicación se le abrieron a la pared de en medio tres arcos con columnas de acarreo, unas toscanas y otras de capitel de castañuelas, con decoración de enjutas a base de triángulos. Se cierra mediante pilastras adosadas al muro. Estos arcos y sus correspondientes columnas fueron descubiertos recientemente, pues antes existía una pared colocada entre las mismas y una puerta que comunicaba el patio con la galería. A través de ésta se accede al hospital. La ermita adquiere ahora una nueva dimensión, alcanzando una superficie de veintiocho varas de largo y cerca de diez de ancho. Esta construcción responde al propio estilo de fines del siglo XVI dentro de la estética del momento.

La ermita del Santo Cristo conoció momentos de esplendor, desde que los Hermanos Obregones se hicieron cargo de la misma (1664 – 1761), al igual que el hospital; pero el año 1743 supuso el principio de su fin.

Es en ese año, cuando Juan Leonardo Malo Manrique firma una escritura de concordia por la que se compromete a edificar una nueva capilla para el Cristo de la Misericordia.

Esta escritura de concordia que debió suponer una gran alegría tanto para la Hermandad como para la iglesia de Arahal, acarreó innumerables problemas y enfrentamientos entre la representación eclesiástica arahalense, representada por D. Juan Andrés del Real, cura beneficiado de la misma y la Hermandad, representada por el entonces mayordomo D. Juan Chamizo Bohórquez. La causa de este enfrentamiento residía en el interés de la iglesia por el derribo de la vieja ermita para dar mayor amplitud a la nueva y aprovechar el material, y la negativa de la Hermandad al derrumbe de la capilla hasta tanto no estuviese terminada la nueva.

Tuvieron que intervenir las Autoridades eclesiásticas del Arzobispado e incoarse unos autos, gracias a los cuales se ha podido extraer una amplia información sobre la mencionada ermita.

Se acuerda que sólo se derrumbe la nave de colgadizo que se le añadió a la vieja ermita y, para ello, se nombra a Pedro Manuel Godoy, vecino de la villa de Osuna, maestro alarife de albañilería para dirigir las obras de la misma, misión que desempeñará también en la construcción de la nueva.

El citado Pedro Manuel Godoy presenta el día nueve de julio de mil setecientos cuarenta y ocho una certificación sobre las obras que se han de realizar y las razones de la misma: “Que por la parte que linda con la nave agregada a la iglesia vieja está recibiendo notable daño por haber una división como de cuatro deos donde las aguas que caen se consumen por no tener salida por parte alguna y se ha experimentado al juntar simiento en el colateral por lo que avisé al tal Andrés de Cortés de esta inconveniencia y es preciso remediar y no habiendo otro modo que el derribo de dicha nave la que se halla del mismo modo arruinada por haberla desabrigado del todo por la parte inmediata a tal iglesia y sin simiento y la techumbre al tender pues toda es una gotera y no derribándole a el invierno.

Se reforzaría la principal, quitando la madera de dicha agregación, tapiando dichos arcos y dejando las columnas queda más segura la nave antigua pues se le quita el peso que la madera de la otra recibe y así con el permiso del Sr. Provisor pase a fortificar y tapiar la nave más vieja para encalarla por la parte de dentro, de seis a ocho días poner la cruz y dejarla de veintiséis varas sin el altar y seis de ancho y después pasar al derribo…” (17).

Para que el costo de las obras que habían de hacerse en la ermita fuera menor, había que aprovechar hasta el más insignificante material del derribo y así se llegó a reunir la cantidad de 698 reales correspondientes al valor de los materiales de la iglesia, que como dato anecdótico paso a enumerar:

  • 28 palos de 6 varas de largo y 1 / 4 de ancho y de grueso media tercia, todos picados de polilla, se aprecia a cada uno a 11 reales dando……………………………………………………………. 308 Reales.
  • 2 palos del mismo grueso y ancho y de 4 varas y media de largo, también picados a 5 reales cada uno……………………. 10 Reales.
  • 5 palos del mismo grueso y ancho, algo más dañados que pueden servir en cualquier casa particular apreciadas cada uno a 7 reales……………………………………………………………. 35 Reales.
  • Unas puertas de madera de flandes de mediados que sirve en la referida nave derruida, la aprecia en…………….. 60 Reales.
  • Diferentes pedazos de tablas y listones de distintos largos y tamaños y un guardapolvo con unos hierros que servían de entuboal dichoguardapolvo…………………………………..40 Reales.

(17 y 18) Archivo General del Arzobispado de Sevilla. Justicia. Hermandades. Legajo 3.242. Autos que se siguen sobre el proceso del derribo de la capilla.

Otros materiales:

  • 3.750 tejas enteras de buena calidad apreciadas cada millar en 70 reales el millar hacen un total……………………………………. 262 Reales.
  • 9 cargas de ladrillo entero a precio cada carga de …………. 27 Reales.
  • 2 carrozadas de piedra a 4 reales cada una………………….. 8 Reales.
  • 14 cargas de medio ladrillo a 2 cada una…………………….. 28 Reales.
  • 3 sardinetas de piedra a 6 reales cada una……………………18 Reales.

Dirige las obras el antes mencionado maestro alarife Godoy que además emite una certificación de las obras realizadas referente a la mano de obra.

El proceso de derrumbe de la nave de colgadizo se realiza en tres fases, dados los enormes problemas existentes, y por tanto interrumpirse las obras en tres ocasiones.

Comienza el derribo el día ocho de julio de mil setecientos cuarenta y ocho, durando esta primera fase hasta el día once del mismo mes y trabajando en la misma dos oficiales, cinco peones, un amasador, un maestro y el oficial mayor.

La segunda fase se inicia el día dieciséis de septiembre y dura hasta el veinticinco del mismo mes y la última comienza el cuatro de diciembre y termina el trece, trabajando sólo en esta fase un oficial, un ayudaor, tres peones y el maestro. El importe de la mano de obra en la ejecución de las tres fases ascendió a quinientos treinta y un reales.

Los sueldos de la profesión de albañilería oscilaban desde los dos reales y medio del peón y ayudaor, los cinco del oficial, los siete y medio del oficial mayor hasta los diez del maestro; unos sueldos algo mayor que el de los trabajadores del campo que sólo cobraban dos reales por jornada de trabajo.

Bartolomé Martínez Aponte, maestro mayor de obras de albañilería de la casa hospital, certifica el día catorce de enero de mil setecientos cuarenta y nueve las obras que se han realizado en la antiguaermita:

“…Deunanaveydefábricaantiguaysegúnsusescuadras esquinas y paredes fue formada en el antiguo solar y aunque a dicha iglesia fue agregada otra nave y ha estado de uso con dos naves, hoy se halla con una ya que hace poto tiempo se ha demolido la otra, han tapado los huecos de los arcos con tapia de tierra levantando cuatro tapias y se tapa con ladrillos, puestos en seco y enlucidos por el lado de la iglesia y se ha vuelto a quedar la nave primitiva sola como en su creación estaba y la nave que han demolido no ha hecho perjuicio ninguno a la nave que ha quedado hecha y habiendo plomado todas las líneas de pared se halla a plomo sin cuerpo alguno muy firme y de duración y mandó descubrir las maderas de tirantes y estribos que sujeta la armadura que cubre la iglesia y se halla la madera sana la nave está habitable, la madera que cubre toda la nave es de teja morisca y es necesario recomponerla porque tiene muchas goteras y también recalear y restaurar la pared de la callejuela por la banda de la calle como dos baras de alto por lo descarnado que está y reconoció el campanario que tiene una campana que hallóconmuchafortalezafortaleza,firmezayduración» (18).

Las puertas de la ermita se cerraron por primera vez el sábado catorce de diciembre de mil setecientos cuarenta y ocho ante el peligro que suponían las obras que se estaban realizando en la misma, teniendo que ser apuntalada la referida nave por dentro y por fuera con cuatro puntales por cada lado, según consta en la certificación del maestro alarife de la villa, D. Bartolomé Martín.

Esta nueva situación hizo que la imagen del Stmo. Cristo de la Misericordia se tuviese que trasladar a la parroquia de Santa María Magdalena hasta la finalización de las obras. La imagen se coloca en el sagrario, tal como lo atestigua D. Ignacio Sañudo de Medina, representante de la Hermandad “la imagen fue colocada en el Sagrario de la parroquia porque estaba más segura…”

Una vez terminadas las obras de reparación de la ermita, se obliga por parte del Provisor del Arzobispado de Sevilla en un Auto dado en Sevilla a veintitrés de enero de mil setecientos cuarenta y nueve a que “…dentro de dos días vuelva y restituyan a la capilla y altar de dicho hospital la imagen del Stmo. Cristo poníendola en él en el mismo culto y decencia; al hallare la dicha capilla sin riesgo alguno de arruinarse como se pretexto…” (18).

Surgen continuos problemas entre la Hermandad y las Autoridades Eclesiásticas ante la desobediencia de este auto, llegándose incluso a “…proceder contra los oficiales de la Hermandad y contra el Hermano Mayor del Hospital por censura y multa de cincuenta ducados a que vuelvan y restituyan la imagen del Sto.Christo de la Misericordia a su casa y capilla …“

La Hermandad pretendía dejar la imagen en la parroquia y trasladarla ya para su nueva capilla; para ello hizo uso de todos los resortes a su alcance, tal como nos suscribe el escribano público de la villa de Arahal D. Pedro Galindo el cinco de mayo de mil setecientos cuarenta y nueve “… Petición de no llevarse a efecto la orden de trasladar la imagen del Christo a la enfermería del hospital o a la iglesia vieja, ya que se puede producir una sublevación general del pueblo, pues donde está es el lugar que le corresponde…”

La Hermandad consigue sus pretensiones y la imagen del Sto. Christo de la Misericordia es trasladada en solemne procesión el día treinta y uno de mayo de mil setecientos sesenta y uno “… Desde la Iglesia Parroquial donde se hallaba depositada en la capilla de San Lorenzo a su Iglesia nueva…”

La vieja ermita siguió abierta durante todo este período de la segunda fase de la construcción de la nueva (1749 – 1761), presidiendo la misma las imágenes de Ntra. Sra. de Belén, titular de la Hermandad y el Cristo Crucificado de la Escuela de Cristo.

Una vez inaugurada la nueva capilla, la antigua ermita, por la que pasaron tantos arahalenses para postrarse a los pies del Cristo a lo largo de más de doscientos cincuenta años y que fue testigo de tantas vicisitudes, fue demolida.

Hay una fecha de especial significación para el futuro de esta bella obra barroca, la del 29 de abril de 1743, fecha en la que D. Juan Felipe Tentor, natural desta villa y abogado de los Reales Consejos y Relator del Supremo de los Cruzados, informa a la Hermandad del compromiso de un señor, D. Juan Leonardo Malo Manrique de construir una capilla para el Cristo de la Misericordia, tal como se refleja en el Acta de Cabildos del 7 de mayo de 1743 (23).

“…D.Juan Leonardo Malo Manrique, natural desta villa y residente en la Nueva España reyno de las Indias occidentales, en continuación de la piadosa inclinación, con que siempre se a mostrado bienhechor de las Yglesias de este pueblo, y de muy nobles del, y colmado principalmente las pruebas de su terníssima confiansa y deboción a la benerable Reliquia y prodigiossíssinia imagen dle Christo de la Misericordia, y a sido siempre el objeto de sus cultos, y de los demás vezinos,y aún de los pueblos comarcanos, para que este Señor sea adorado, servido y situado en un lugar mas desente y majestuoso a imbiado desde el dicho Reino de Nueva España fondos y caudales a dis- posición del referido J.Felipe Tentor destinados para construirle y edificarle un nuevo templo en el que se coloque y juntamente otras piezas para su habitación y otros misterios…”.

Se conservan en la capilla del Santo Cristo dos objetos de extraordinario valor enviados por Juan Leonardo desde Nueva España: Una lámpara de plata mejicana de gran hechura, sus tornillos son cabezas de ángeles y de su parte inferior pende un león azteca que lleva en su panza grabada la siguiente inscripción: México 1743 (foto n0 15); dicha lámpara se encuentra en el centro del presbiterio y una magnífica pintura al óleo de la Virgen de Guadalupe, patrona de México (1,7 X 1,07) que se encuentra en la Sacristía

Juan Leonardo le pide como contraprestación que le sea concedido el Patronato de la nueva Iglesia y demás obras que se hiciesen.

A este importantísimo Cabildo de Oficiales asistieron D. Andrés de los Ríos y Agreda y Gonzalo Salvador Calderón, alcaldes; D. Andrés Serrano de León y D. Francisco de Reyna, diputados; D. Juan Andrés Iñiguez del Real, administrador nombrado por la visita y hermanos de esta cofradía; D. Bartolomé Thamaris y Góngora, fiscal y D. Juan Chamizo Bohórquez, depositario de bienes. (24). Actué de escribano (actual cargo de secretario) D. Antonio de Vargas. (25)

Pocas noticias tenemos de Juan Leonardo Malo Manrique (26), sólo que embarcó para “ hacer las Américas “ en el año 1729 y que residió en Nueva España, dedicándose al comercio, del que obtuvo pingües beneficios, dada la pujanza del mismo.

Cuenta la leyenda que en uno de sus múltiples viajes, su barco estuvo a punto de naufragar. Él, como cualquier arahalense se encomendó al Cristo de la Misericordia y le prometió la edificación de una nueva capilla. Logró salvarse y la promesa la cumplió con celeridad. Sobre esta leyenda queda reflejada una pintura en el tercer tramo de la bóveda central que aparece en la contraportada de este libro.

La escritura de concordia que se firma entre la Hermandad, representada por su mayordomo de rentas y bienes D. Juan Chamizo Bohórquez, la Congregación de los Hermanos Obregones (que poseían en usufructo todos los bienes del Hospital desde el año 1664) y D. Juan Leonardo Malo Manrique contempla una serie de condiciones:

desta Villa. Y que sus Padres y abuelos fueron naturales deste Reyno todos christianos biexos, limpios detoda mala raza ny en esta generación…”

Una vez enviada la certificación del corregidor; junto con las testificaciones de estos vecinos arahalenses, Juan Leonardo pide a la Contaduría General se le dé el despacho de embarcación y a su vez se le autorice llevar con él a dos criados, O. Francisco Ximénez, natural de la ciudad de Jaén, de dieciséis añosy a Joseph Bon, de diecinueve, natural de Tafalla en el reyno de Navarra.

Juan Leonardo fue autorizado por la Casa de Contratación ,que en el año 1717 fue trasladada de Sevilla a Cádiz, el día cuatro de agosto de mil setecientos veintinueve a embarcar junto con sus criados para cualquiera de los navíos de la presente flota.

Transcripción del documento 2 y 3

D Juan Leonardo Malo, natural de Sevilla y residente en esta en la mejor forma que aya lugar ante Vs parezco y digo: que intento pasar en la presente flota a beneficiar y poner cobro a diferentes mercadurías que de mi cuenta tengo cargadas como se justifica de la certificación dada por la contaduría principal que en devida forma presento y de ser soltero natural de estos reynos y cristiano fiejo, consta de la información que asimismo presento y necesitando dos criados para el éxito de mis dependencias los que presento son Francisco Ximénez, natural de la ciudad de Jaén de edad de diez y seis años, mediano cuerpo color blanco pelo negro y a Joseph Bon natural de Tafalla, en el reyno de Navarra de edad de diez y nueve años buen cuerpo pelo negro: los que me consta son solteros, naturales de estos reynos xristianos viejos y asi lo hixo y firmo y me obligo a traerlos cuando me restituía a estos reynos mediante lo cual.

A Vs. Suplico aya por presentada dicha certificación e información y en su vista se sirva mandar que por la contaduría principal se le de a mi presente el despacho de embarcación que necesitare incluyendo en los dichos dos criados para cualquier navio de dicha flota que en ello resevir e merced.

Juan Leonardo Malo Manrique.

La resolución y aprobación aparece al final del documento nº 3:

En quatro de Agosto se dio despacho de embarcación como cargador soltero a D. juan Leonardo Malo Manrique y sus criados para cualquiera de los navios de la presente flota.

  1. Primera condición que si en adelante en la dicha Ygla y hospital hubiese sagrario, la llave debaxo de que a de quedar Xpto Sacramentado encerrado el Jueves Santo de cada año, la an de entregar y poner en devida forma en poder del Mayordomo que fuere cada año de esta cofradía y no en otra persona, que si el Mayordomo que fuere aquel año muriese antes del Jueves Santo, an de ser obligados los dhos hernos de la Congregación del Benerable Bernardino de Obregón a dar la dha llave a uno de los cofrades del cavildo de la dha Cofradía, que el tal Cavildo nombrare, y que lo referido lo an de hazer saber que el sacerdote que asistiere a hazer los Divinos Oficios del Jueves Santo cumpla con el thenor de esta condición en todo, y por todo como en ella se contiene.
  2. Iten, que los dhos hernos de la Congregación del Benerable Bernardino de Obregón an de persevir las limosnas, que ellos pidieren fuera y dentro del dcho hospital y casa, con que la ayan de reparar de las obras necesarias, para que siempre estén inhiestas y bien paradas y que no venga en disminución, antes en aumento.
  3. Iten, que respecto, que la reliquia devota del Sto. Xpto. de la Misericordia, que está en la dha casa y hospital a sido y es de esta cofradía, no se a de sacar en proseción General, ni particular, si no fuere con acuerdo y pareser de este Cavildo, y hernos de dicha Cofradía, que los que les susedieren, los quales y no otros an de llevar en sus hombros la dha imagen y reliquia en qualquier ocación que huviere de salir en proseción y no otra de alguna persona de qualquier estado que sea.
  4. Iten, que los dchos hernos de la Congregación del Venerable Bernardino de Obregón an de ser obligados, con la ayuda de los cinquenta ducados arriba referidos, que esta Cofradía les da en cada un año en la dha casa y hospital, surtirlo de sera y lo demás necesario, colgar y adornar la Ygla y el día segundo de ‘Pascua del Spíritu Sto hacer la fiesta en dha casa y hospital haciendo decir vísperas, q el día de la fiesta una missa cantada con sus ministros y sermon como es costumbre.
  5. Iten que esta Cofradía, y hernos, que son, y adelante fueren an de tener en la dha casa y hospital un arca, o dos, o las que fueren necesarias a la dha cofradía, para recoger la cera, y estandarte, y andas, y los demas aparatos necesarios de la dha cofradía en parte desente y segura y un archivo donde se recojan los libros de acuerdo, y títulos, y otros papeles de dha cofradía, y facultad para hacer dentro de la dha casa y hospital en parte desente los

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Cavildos, que se ofrecieren en orden al mejor Gobierno de la dha Cofradía, como a sido y es costunbre.

  1. Iten. que los dhos hernos de dha Congregación an de recebir por inventario toda la ropa, y camas, peltrechos de cosina, y lo demás, que actualmente está sirviendo a la dha hospitalidad, y en lo que toca a la Ygla, la reliquia devota del Sto Xpto de la Misericordia, y Ymagen pinturas, lámparas de plata y lo demás que huviere, esto, para que si en adelante por algun caso fortuito, y inopinado dejaren la asistencia de la dha Casa y hospital, sepan los Cofrades de esta Cofradía que es lo que an de recuperar; de más de lo que actualmente estuviere en ser y quedare en la dha hospitalidad, y casa, y dho inventario a de quedar, o su traslado puesto en el libro de acuerdos de esta dha cofradía y obligándose los dhos hernos y cumplir esta condicion, hará obligación a esta Cofradía de cumplir en el todo con ellas, por sí, y en nombre de los demás, que en adelante fueren de dar para en cada un año los principales de los sensos que de renta importare los dhos cincuenta ducados a los dhos hernos de la Congregación del Venerable Bernardino de Obregón.

Y se a de declarar, que por esta escriptura no es ntro animo, ni el de las demás partes se alteren, ni innoven, quiten o muden en todo o en parte, porque la Cofradía a de quedar con la misma disposición sobre la reliquia, sobre la llave y sobre la reversión del hospital a la Cofradía y sobre la consesión del quarto para sus menesteres y con los mismos drchos, que por la citada escriptura de sesenta y quatro o por otros títulos le competan sobre el hospital.

Y añadicion además que respecto de que la Cofradía el año de qui- nientos y treinta y quatro fundó una capellanía la que después se aumento, y sí existe, aunque tenía como obligación de decir ciertas misas en la Ygla del Sto.Xpto que se a de exigir, a de tener el libre uso para el cumplimiento de sus obligaciones y a de gozar los privilegios que por dro le competen y assimismo la cofradía, en atención a su antigüedad, y ayer dado principio y costeado por su diligencia y limosna mucho tiempo al hospital y otras muchas obras pías, que practicaron, a de susistir y permaneser con la correspondiente estimación en un nuevo templo, con facultad de exercitar en él todas sus funciones y sin ninguna petición o gravamen hacia otras, que acontescan, o se celebraren en el, en la misma conformidad, que se a estilado hasta ahora.

Por el contrario, la Hermandad y los Obregones aprueban la claúsula que a continuación se indica: “… Le consedan el Patronato de la nueva Ygla y demás obras, que hiciere y erigiere o dotaciones, que fundare el citado D. Juan Leonardo con la administración de todas ellas, para sí y sus sucesores, con libre facultad deformar bóbeda o sepultura en dha Ygla, quedando a su disposición la aplicación de tales dros a reparos el nuebo templo, o al transporte de los pobres enfermos que transitan, y ultimamente authoridad de hacer tribuna o tribunas desde su quarto y de sus susesores a la nueva Ygla, y que puede avitar y servirse siempre, todo el tiempo de su vida de los quartos, que labrare en dho hospital, y por su muerte estén a su disposición en beneficio de qualquiera piadosa dedicación, que el pudiere o gustare fundar en dho Hospital…”

Para la firma de la presente escritura se da un plazo de tres años, dado “… lo tardo por la mucha distancia y mas tardo por la interrupcion de comunicación con la Nueva España que causan las guerras con los ingleces y el recelo de las muchas esquadras condominan la mar…” (30)

Antes del comienzo de la obra, se procede a levantar un plano (documento 4) en el que se observa la necesidad de derrumbe de la nave de colgadizo de la antigua ermita para poderse construir con suficiente garantía y espacio la nueva capilla.

La construcción de la iglesia del Santo Cristo se va a realizar en tres fases:

1.- La primera fase se inicia a principios del año 1746 y finaliza en el 1748.

La tardanza en el inicio de las obras se debe a que el con- venio necesitaba ser aprobado por el Arzobispado y lógicamente los asuntos burocráticos ralentizaron la ejecución. La aprobación se dictó en el año 1745 y se nombraron a Martín Pérez Muños, Gaspar de Castro e Ignacio Somudo, procuradores de los Juzgados Eclesiásticos para que “… se cumpla lo estipulado en los acuerdos del cabildo de mayo de 1743…”.

En esta fase se llevan a cabo alternativamente las obras de la vieja ermita como los de la nueva. Los subalternos que la dirigen tuvieron que acortar cinco varas de longitud y dos de latitud del levantamiento de la nueva capilla por problemas de espacio.

Intervienen en la dirección de las obras el maestro alarife de Osuna D. Pedro Manuel Godoy, Personaje que disfrutaba de una gran fama en nuestra vecina localidad dada su intervención en varias de las obras de la magnífica arquitectura civil de este bello pueblo.

Este maestro era auxiliado tanto en las obras de la vieja ermita como en la ejecución de la nueva por el oficial mayor D. Luis Limones, participando como carpinteros D. Antonio del Valle e Ignacio Rodríguez, naturales de Arahal. Ambas obras eran controladas por la Administración para que se ejecutasen las mismas según los proyectos presentados. Los representantes de la Administración fueron D. Bartolomé Martín, maestro alarife de la villa y D. Antonio Rodríguez de Luna, perteneciente al Consejo Justicia de la misma.Los albañiles que intervienen en la construcción de la nueva capilla eran de Arahal, aunque algún que otro oficial era de Osuna que venían acompañando al maestro alarife D. Pedro Manuel Godoy.

En esta primera fase se construye la casi totalidad de la capilla, tal como nos lo relata el presbítero D. Andrés de León y Cortés en una de sus intervenciones ante el proceso planteado por el derribo de la antigua ermita, fechado en julio de 1748: “…sólo queda por techar la capilla mayor y los colaterales…” (31).

El dinero para sufragar las obras era enviado desde Méjico por Juan Leonardo Malo Manrique a D. Juan Felipe Tentor, abogado de los Reales Consejos que residía en Madrid y éste lo

(31 ) Archivo General del Arzobispado de Sevilla. Justicia. Hermandades. Legajo 3242. Súplica dirigida al Arzobispado por parte de D. José Ascarza en nombre de D.Andrés de León y Cortés para que no se pare el derribo de la nave de la iglesia vieja.

enviaba al presbítero D. Andrés de León Cortés y Vargas, quien junto con su padre D. Pedro León Cortés eran los que supervisaban la ejecución de la obra y los encargados del pago.

El pago solía hacerse por mes, tal como consta en el último mes que se liquidó, concretamente el mes de marzo de mil setecientos cuarenta y ocho y que ascendió a seis mil setecientos ochenta y siete reales y cinco maravedíes (32). A partir de esta fecha comienzan los problemas económicos para poder continuar la obra. Juan Felipe Tentor en una carta fechada en Madrid el cinco de marzo de mil setecientos cuarenta y ocho y enviada a D. Andrés Cortés y Vargas ya le ordena “… no gastar más que lo librado y se sirva avisarme el costo que tendrá finalizar de techar lo que resta para que tome sus medidas…”

La Junta de Gobierno de la Hermandad de la Misericordia que hasta ahora había permanecido un poco al margen de los hechos, dada la crisis interna por la que atravesaba, al observar la paralización de las obras, va a intervenir exigiéndole responsabilidades a los apoderados de la misma y nombrando para ello a un letrado D. Isidoro Bernardo de Herrera para averiguar las causas de la paralización y a ser posible ponerse en contacto con Juan Leonardo Malo personalmente y sin mediación alguna. Este letrado informa a la Hermandad en un escrito fechado el doce de junio de mil setecientos cuarenta y nueve y que se reproduce parte del mismo “… en el año 1743 se comenzó a fabricar la nueva iglesia en virtud de otorgar escritura por parte de Juan Leonardo Maló Manrique, concediéndole a éste el Patronato de la Iglesia nueva y la enfermería; desde el citado año de 1748 se mantiene la obra parada y sin ningún adelanto, siendo muchísimo lo que aún falta y que sí estén llegando desde México ya embarcaciones y suplica que se le haga saber a D. Andrés Cortés se ponga en contacto con los apoderados de D. Juan Leonardo, D. Pedro Boz, vecino de la ciudad del Puerto y D. Juan Felipe Tentor y Lozano, vecino de la villa y corte de Madrid y también con el mismo Juan Leonardo para que continúen las obras de la Iglesia y se concluya la misma…”

“… El encargado de recibir el dinero para la Iglesia era D. Pedro León Cortés, padre del tal Andrés, pero por su enfermedad tuvo su hijo que hacerse cargo de la misma y que el motivo de no haber llegado dinero era por problemas que había con el Reino de Inglaterra y estar los mares llenos de corsarios, que actualmente tiene dado cerca de NUEVE MIL PESOS; que tales apoderados han muerto y los contactos con Nuevo Méjico son difíciles y se necesitaría un poder especial expresando estar dispuesto a acabar personalmente la obra…”.

Isidoro Bernardo de Herrera descubre la triste realidad de la paralización de las obras, conclusiones a las que llega después de varios años de intensas investigaciones, tal como nos la refleja en el escrito que con fecha diecisiete de septiembre de mil setecientos cincuenta y cinco envía a la Junta de Gobierno de la Hermandad.“Isidoro Bernardo de Herrera en nombre del Hospital del Stmo. Cristo de la Misericordia hace constar: Que el tal Juan Leonardo no ha cumplido exactamente con la claúsu/a de escritura, ya que han faltado los intereses prometidos y ya hace mucho que se paró quedando esta Casa-Hospital en gran desconsuelo al estar la iglesia nueva a medio edificar y la antigua medio destruida. Que el tal Juan Leonardo en carta enviada el veintitrés de marzo de este año se resiste de proseguir dicha construcción y pide que quede anulada.

Anulada aquella concesión de Patronato que se le hizo, por no haber cumplido con lo que prometió.

Pide que los devotos prosigan para finalizar la obra de la Iglesia. «

Adjunta en este escrito la carta de Juan Leonardo de gran interés histórico que aparece en el documento nº 5 y que a continuación se transcribe.

Transcripción del documento no 5:

Mui Sr mio y amigo. A consecuencia de la que por principal y duplicado escribi a Vm en 21 de Marzo del año pasado de 53, debo decir que asi como insinue estava imposibilitado de reimitir dinero para la conclusión de la fabrica de la Iglesia,sin mas recurso que la recaudación de los caudales que tengo fuera aque me aplicava eficazmente, ahora me hallo mas imposibilitado y con menor esperanza de lo que tengo fuera por algunas malas noticias que he tenido porque parece que en todas partes se ha puesto malo el comercio y se espera seponga pero y es interminale el dolor que me asiste de que no esé concluida dicha Iglesia y que ante se hubiere derribado la vieja, siendo asi que quando me escribió D. Juan Manuel Tentor se intentava derribar le escribi no se executase así, pues era primero concluir la nueva, y colocar al Señor en ella, y de mis repetidas cartas al mismo y al difunto su Padre, consta de la formalidad, procedencias y buenos deseos con que he procedido, y el gusto con que para ello he dado el dinero,aun habiendo sido muchos mas del que se me avisó sería necesario, sin embargo desde que antes que se empezade la obra supliqué repetidas veces en cartas al difunto D.Juan Felipe Tentor que se me informase la verdad de/o que havía de costar, de manera que no me dixese una cosa y después me comentase otra,sobre que y la gran diferencia que se ha encontrado ha mencionado D.Juan Núñez Ponce en la que por principal y duplicado le escribi en 6 de Noviembre del año de 51,manifestando mi justo sentimiento por las discordias que ay se ofrecieron quando unidos devieron dar gracias a Dios por e/favor que les embió; y con la misma un ion pedirle al Señor el acierto para la conclusión de dicha Iglesia, con que no si diga que hizieron motivo para la ofenza a la misericordia Divina que devía serlo para el amor y agradecimiento que para mi ha sido otro dolor mas que sensible y no estando en mi la falta de la conclusión de dicha Iglesia, y siendo mi voluntad tan delatadísima a su conclusión aunque sus costos fueran mucho mayores, espero de la Divina misericordia recibir a mis buenos deseos, y como si se

hubiese concluido y visto con el escrúpulo que nos vino de que quizas hubiera servido mexor al Señor, haciendole este obsequio en otra parte donde hubiera havido mucha paz y non una discordia que desto hubo ay abundancia y falta lo primero de que de desagrada mucho el Señor,su Divina Majestad lo remedie y disponga todo como fue para su mayor Gloria y que A Vm en caval salud.

Señor D.Francisco Núñez Ponce. México 26 de Marzo del Muy Sr mio y amigo. La antecedente tenía escripta a D. Andrés Cortés y Vargas pero habiéndome Vm avisado su muerte por su carta de 15 de Noviembre año pasado la dirijo a Vm conformando conthenido y la imposibilidad en que me liado de concluir la fabrica de la Iglesia y de enviar dinero alguno para su prosecución cuyo dolor no tendre vozes que poderlo explicarque sirva de Vm de gobierno.

La que Vm me dice me escribió pero no la he recivido.

La muerte del expresado D. Andrés me ha sido mui sensible, lo he encomendado a Dios y lo repetire el señor mal de su gracia y bien a Vm ms ans en caval salud

Juan Leonardo Malo Manrique

 

Hay unos años de completa paralización, las que abarcan desde el 1748 hasta el 1751, fecha en la que la Congregación de los Obregones, la propia Hermandad y el pueblo de Arahal se hacen cargo de la misma.

2a. La segunda fase de construcción se inicia en el año 1751, aunque el empuje definitivo para la terminación de la iglesia se produce desde el año 1757 hasta su inauguración en 1761.

En esta etapa se culmina la techumbre del altar mayor, la cúpula y parte de la torre. Por las características de su obra parece ser que dirige las mismas el arquitecto Alonso Ruiz Florindo de Carmona, quien dejó su impronta en obras de la vecina localidad de Fuentes de Andalucía, como la reconstrucción de la ermita de San Francisco, hoy capilla de las Hermanas de la Cruz cuya labor de yesería de la media naranja que vuela sobre el crucero guarda gran similitud con la cúpula de la iglesia del Santo Cristo. El costo de esta segunda fase ascendió a cerca de SEIS MIL PESOS (NOVENTA MIlL REALES ) y fue sufragado con la colaboración de los Hermanos Obregones que aportaron veintinueve mil trescientos ochenta y cinco reales, tal como aparece reflejado en el libro de cuentas del hospital desde el año 1750, los donativos de particulares, entre los que destacaron los que dieron Da Inés y Da. María Núñez Ponce ( Seis mil reales ) o el de Francisco de Torres y su hijo D. Cristóbal (Doce mil setecientos reales ), todo para terminar el altar mayor, tal como consta en el acta de cabildos de quince de julio de mil setecientos cincuenta y nueve y lo poco que podía aportar la Hermandad que ya estaba superando la crisis en la que se vio inmersa en la década de los cuarenta.

Había prisas por inaugurar la nueva capilla. La imagen del Cristo de la Misericordia se encontraba en la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, en la capilla “del Señor San Lorenzo” desde 1748 y había verdadera ilusión en que volviera a su nueva Fuentes de Andalucía y la Arquitectura barroca. Francisco Ollero Lobato y Francisco Quiles García. pp 99.

capilla. Tal es así que se procede a la bendición de las campanas y a la bendición de la Iglesia sin que se hubiera concluido totalmente, pues aún quedaba la terminación de la torre.

Del acto de la bendición de las campanas y de la iglesia se conserva un importante documento de seis folios titulado “Autos de la bendición de Campanas e Ygla de el Ssmo. Christo de la Misericordia…” (documento n9 6 ) y en el que se nos narra cómo el hermano Cristóbal de Sanjosé, mayor y administrador de la Casa-

Hospital de la Misericordia de la villa de Arahal envía un escrito a principios de mayo al entonces Cardenal Arzobispo de Sevilla, D. Francisco de Solís, comunicándole la terminación de las obras y pidiéndole la concesión de su bendición y licencia al Dr. Don Diego Hilarión Sánchez de Sotomayor, Vicario de las Iglesias de la villa de Arahal. Este escrito fue contestado con celeridad y el día veintiuno del mes de mayo de mil setecientos y sesenta y un años, a las cinco de la tarde, se formó una solemne procesión que partió de la iglesia parroquial de Sta. María Magdalena a cuyo frente se encontraba el citado Vicario y al que acompañaron diferentes eclesiásticos del clero de esta villa para proceder a la bendición de tres campanas.

Fue un acto muy ceremonioso, según se desprende del citado documento, en el que se entonaron diversos salmos y cantos, tal como era lo preceptivo en estos actos. Al día siguiente, el día veintidós de mayo se procede a la bendición de la nueva Iglesia. Al igual que el día anterior se formó la comitiva en la iglesia parroquial de Sta. María Magdalena, presidida por D. Diego Hilarión Sánchez de Sotomayor, Cura Beneficiado y Vicario de las Yglesias de esta Villa y a la que asistieron todos los eclesiásticos que componían el clero de la iglesia parroquial que ascendía a cinco curas, un solchantre, un organista, cuatro acólitos,

cuarenta ordenados in sacris y veintiocho de menores, amén de las Congregaciones franciscanas de esta villa, los Hermanos Obregones, la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Santa Caridad y Misericordia, representaciones de las restantes Hermandades de Arahal, las de Penitencia: Hermandad de Jesús Nazareno, Cofradía del Sto. Cristo de los Treinta y Tres hermanos y Cofradía del Santo Entierro; las de Gloria La Cofradía del SSmo. Sacramento, la de las Animas Benditas del Purgatorio, la de San Pedro, la de Consolación, la de Ntra. Sra. de la Concepción que estaban ubicadas en la parroquia; la de S. Sebastián y Ntra. Sra. Del Carmen en la Victoria y por último, la de San Antonio que residía en su ermita. Por parte de las Autoridades civiles asistieron los Alcades Ordinarios por uno y otro estado D. Fernando Laína y Pernía y D.Alonso Posaelas, el Síndico Personero D.José F. Vides Calderón, el Corregidor D. Antonio Thomás Herrera y el escribano público y de cabildo D. Pedro Galindo. Salieron todos en comunidad, procesionalmente y con las velas de los ciriales encendidas, siendo como a hora de las ocho de la mañana. Al llegar a la capilla, el sacerdote, seguido por los demás que componían la procesión “…rodeó la Iglesia por la parte exterior y con su mano derecha roció con el referido hisopo con agua bendita sus paredes por la parte superior…” cantando diversos salmos; al llegar a la fachada principal se abrieron las puertas de “…Dicha Iglesia que estaba desocupada y vacía y todos los referidos en procesión entraron en dicha Yglesia y los Cantores entonaron las letanías de los Santos y, llegando hasta la Capilla maior se quedaron dichos Cantores al pie de las gradas y dicho Sr. Vicario en la de el Altar Maíor puestos de rodilla…” Tras el canto de diversos salmos se celebró y cantó la Primera Misa en dicha Yglesia presidida por el antes mencionado D. Diego Hilarión.Pero aún quedaba un acto más que añadir a estos dos grandes días que les había tocado vivir a esta Villa, un acto por el que el pueblo de Arahal clamaba desde hacía ya trece años y que consistía en el traslado a su nueva capilla de la imagen de mayor devoción de Arahal, la del Stmo.Cristo de la Misericordia, que durante ese tiempo había estado en la iglesia parroquial.

El día treinta de mayo se celebra Cabildo de Oficiales de la Hermandad ya en su nueva ubicación, en su cuarto nuevo. La Junta de Gobierno de la Hermandad presidida por el mayordomo D. Francisco Laína y Pernía, hermano del actual Alcalde Ordinario por el estado noble y a la que asistieron don Sancho Catalán, alcalde; don Bartolomé Calderón, como diputado; don Francisco Chamizo Rodríguez, diputado de cuentas y don Diego de Ramírez, diputado de canastillo.

Asistieron también a este importante cabildo el Hermano mayor de los Obregones, D. Cristóbal de Sanjosé y los hermanos Gonzalo Thamariz de Torres y Mantilla, Bartolomé Chamizo Toro, Manuel Thamariz Reina, D. Francisco Thamariz y Góngora, D.Cristóbal de Reyna y D. Antonio Cazorla Tristán.

En dicho cabildo se trató de la organización de la procesión general del Stmo. Cristo de la Misericordia, que en la tarde del citado día se trasladaría desde la Iglesia Parroquial, donde se hallaba depositada en la capilla de San Lorenzo, hasta su iglesia nueva. Se había invitado a todas las Hermandades, Comunidades, Clero y Real Ayuntamiento, siguiendo el mismo protocolo que el día de la bendición de la Iglesia; pero debido a las inclemencias del tiempo, dicha procesión tuvo que suspenderse para el día siguiente por la mañana. Fue, pues, el día treinta y uno de mayo cuando desde la Iglesia Parroquial parte la comitiva con “…La Stma. Imagen entre el clero, acompañada de seis hermanos, seglares y los demás siguiesen al mayordomo con sushachas…”Llevando la estación que sigue el Stmo. Sacramento el día del Corpus…”

La imagen del Cristo iba acompañada por el Stmo. Sacramento con cuya presencia se celebró una función solemne de misa y sermón con que finalizaron dichos actos, quedando ubicada la imagen en la hornacina central del Retablo Mayor de la nueva capilla del Sto. Cristo.

  1. La tercera y última fase de la construcción de la capilla consistió en la terminación de la torre, expresión de la estética de la arquitectura barroca de la campiña sevillana. Las obras de remate de esta torre se realizaron desde 1770 hasta 1773.

Existen dos documentos que ratifican tal aseve- ración, uno es el fechado el veintitrés de abril de mil setecientos setenta y dos y que forma parte de los autos seguidos contra los hermanos Cristóbal de Sanjosé y Ventura de San Eugenio, hermanos obregones sobre apropiación de fondos del Hospital. y en el que testifica el presbítero D. Miguel de Vargas

“…Que el Hermano Mayor del Hospital Cristóbal de Sanjosé ha colaborado en todo, pues juntamente ha concluido la obra de la Iglesia de dicho hospital y actualmente está haciendo la obra de la torre y todo lo que en ellas ha gastado han sido limosnas, de las que ha recogido cuantiosas, pues Francisco de Torres Mantilla dejó en su testa- mento 500 ducados de a cuenta a V para acabar la torre de la iglesia y un cáliz de plata con su patena y cucharita y a imitación de su padre D. Cristóbal de Torres ha construido retablos, varas de platas, dos para el paso de Cristo y diferentes vestidos para la Virgen y una urna y el dicho hermano Cristobal costeó el gasto de pintar el camarín donde está el Stmo. Cristo de la Misericordia y doró el sagrario que está en el altar mayor, púlpito de fresno, sombrero de madero, cuyo gasto pasó de 5.000 reales lo que no ha hecho ningún otro hermano mayor…”

Y el otro documento que corresponde igualmente a los mismos Autos es de veinticuatro de abril del mismo año y en elque testifica D. Bartolomé de Rueda, sirviente que fue durante siete años en el Hospital “… es cierto que el tal Hermano Cristóbal de San josé trajo caudal suyo propio y que ha finalizado la obra de la Iglesia y juntamente está siguiendo la obra de la torre a expensas de una limosna de 500 pesos de quince reales de vellón que D. Francisco de Torres Mantilla dejó en su testamento …“ .

En el año mil ochocientos cinco se van a realizar nuevas obras en la iglesia del Santo Cristo que van a consistir especialmente en el adecentamiento de la misma y del camposanto, y remodelación de los altares, debido a que esta Iglesia había servido de parroquia desde el año mil setecientos ochenta y cinco, al haberse comenzado las obras de la nueva parroquia.

En el acta de Cabildo del nueve de abril de mil setecientos ochenta y seis ya se hace referencia a este evento

“…La iglesia está sirviendo de parroquia a causa de estar haciéndose obra en la Iglesia parroquial y que por la estrechez de la misma es imposible celebrar los oficios por hacerlos en primer lugar la parroquia e igualmente imposible se saque en procesión la reliquia del Stmo. Cristo aún cuando cesen las continuadas lluvias…”

La iglesia, por tal motivo, sufre una profunda reorganización interna, ya que se trasladan algunas imágenes, como la de 5. Pedro o Ntra. Sra. del Rosario que gozaban de una gran devoción y por tanto había que colocarlas en los altares, petición que eleva el entonces cura beneficiado de la iglesia parroquial D.Juan Martínez de Ojiva

“…en el que expresa que con el motivo de haberse trasladado la dicha parroquia a la dicha iglesia de esta Hermandad era indispensable trasladar el altar y capilla de San Pedro, colocarlo en sitio público y decente en la expresada iglesia donde se puedan cumplir las misas mensuales y se le conceda permiso y licencia…”

E igualmente la Hermandad de Ntra. Sra. Del Rosario eleva la misma petición: “… Se busque sitio para colocar la imagen de Ntra. Sra. Del Rosario…” También se recibe petición de D. Sancho Catalán de Bohórquez, mayordomo de la fábrica de la Iglesia parroquial de la villa de Arahal en la que expresando el mismo motivo de la obra que se está haciendo en la parroquia “…sea trasladada interinamente a la iglesia del Cristo, de la que es patrona la Hermandad la capilla bautismal y se le franquee la sala que esta Hermandad tiene para selebrar sus cabildos y el altar correspondiente…”

Se acordó en ese Cabildo:

“… Conceder licencia para poner la imagen de S. Pedro en donde se halla el Sagrario comulgatorio, hasta tanto no esté en la parroquia…”

“… Se attiende a dicha instancia y se acordó de conformidad se le añade sitio en la capilla de la Iglesia de la Misericordia de la que es patrona esta Hermandad…”

“… De conformidad que se desde luego se le franquee la sala vaja de cabildos para el dicho efecto de poner la pila bautismal y no otra cossa…”

Bibliografía:

«La Iglesia del Santo Cristo de Arahal. Historia y Arte». Rafael Martín Martín.