El retablo mayor de la iglesia del Santo Cristo (foto del Altar Mayor) fue realizado entre los años 1759 y 1760, de autor desconocido, pero por las características del mismo podría ser atribuido al artista sevillano Tomás González Guisado, más conocido como Tomás Guisado  que se instaló en Marchena entre 1746 y 1761. El retablo es uno de los últimos retazos de esta magnífica capilla, realizado gracias a la donación de doce mil setecientos reales de vellón que D. Francisco de Torres y su hijo D. Cristóbal entregaron para la culminación de las obras, tal como se refleja en el acta de Cabildo de 15 de julio de 1759. El retablo, realizado en madera de Flandes, dorado y policromado, se corresponde con la última fase de la segunda etapa barroca, caracterizada por la implantación del estípite ya no como elemento decorativo sino de sustentación. Se observa en este retablo la influencia de Jerónimo de Balbás (conocido de Guisado, ya que su tío fue colaborador de él) en el uso del estípite y del portugués Cayetano de Acosta en el uso de la rocalla y la decoración asimétrica.

retablo1El retablo se compone de tres calles, de cuerpo y ático. El cuerpo está integrado por seis estípites, cuatro articulando la compartimentación y otros dos, algo más retrasados flanqueando la embocadura del camarín, consistente en un arco de medio punto coronado por un sol, símbolo de la luz divina. Los estípites de los extremos están rematados por fragmentos de frontón curvos avenerados, la cornisa experimenta movimiento mixtilíneo en el centro sin llegar a romperse. El remate consiste en un gran marcotetralobulado, entreestípites,coronado por volutones y un fragmento de cornisa. Es una obra que ofrece una sensación de dinamismo, de nerviosismo, producto del movimiento ondulante de cornisas, molduras, etc., en combinación con una talla centelleante, que en algunos sectores parece anticipar la rocalla. Las dos calles laterales guardan una perfecta simetría, están enmarcadas por estípites  y contienen imágenes de santos que testimonian la Fe en Cristo en el interior de la iglesia.

De ellos se hace una selección que pone de manifiesto la existencia de quién elige los santos que deben estar presentes en las oraciones de los fieles. En este caso fueron los Hermanos Obregones los que eligieron las imágenes de los diferentes retablos. Estas estaban relacionadas con la devoción franciscana, orden a la que pertenecía esta (Foto de San Antonio y de San Cristóbal) congregación, como la imagen de S. Antonio que aparece en este retablo o la de S. Francisco de Asís que aparece en una de los retablos laterales. Las imágenes que ocupan las calles laterales de este retablo están colocadas sobre voladas peanas, observándose cierto estatismo en la actitud expresiva de las mismas, aunque en los paños de las vestiduras muestran un poco más de movimiento, sin sobrepasar ciertos límites. Este discreto barroquismo escultórico era necesario para que las figuras tuvieran un ligero contraste con el exuberante trasfondo ornamental que las rodea. En el primer cuerpo y en el lado del Evangelio se representa la imagen de S. Antonio de Padua,  en madera estofada y policromada. Esta iconografía ocupa un lugar de privilegio en este retablo, el situado en el lado del Evangelio. Siempre ha gozado en Arahal de una gran devoción, que se generalizó fundamentalmente a partir de siglo XVII, época en la que se fundó la Hermandad de S. Antonio, concretamente en el año 1635, estableciéndose en su actual ermita, conocida entonces como capilla de las Animas Benditas.

También en el primer cuerpo, pero en el lado de la Epístola, se encuentra la imagen de San Cristóbal, en madera estofada y policromada, representada iconográficamente como una imagen de estatura agigantada que lleva a hombros al Niño Jesús y un tronco de árbol como bastón. Esta imagen gozó de una amplia devoción desde la Edad Media por su condición de polifacético y sanador y sobre todo como protector de la peste, razón por la que lo podemos contemplar representado en todas las iglesias. Es, quizás, el santo más representado; pero lo usual es formando parte de un cuadro pictórico, que se solía situar a la entrada de las mismas; aunque las existentes en las diferentes iglesias de Arahal, han sufrido un cambio en su ubicación. En el ático también existirían dos imágenes aunque no hemos podido encontrar datos que nos testifiquen esta suposición. La calle central es el eje principal de toda la composición. En ella se desarrollan los temas fundamentales de todo el conjunto. En su parte inferior se encuentra el Sagrario, con puerta de madera dorada con una talla de la Santa Hostia sobre un cáliz.

retablo2Los retablistas de mediados de siglo no manifestaron gran interés por dotar a esta pieza de un especial realce; aunque aquí lo incluye dentro de una hornacina rodeada de decoración geométrica, con templete para la exposición del ostentorio adornado de plata, lugar donde actualmente se encuentra depositada la urna que contiene la mano de la antigua imagen del. Cristo de la Misericordia. La iconografía de Dios está ampliamente representada en este retablo. En el ático, que está rematado por una cartela con el emblema del Hospital, la representación antropomórfica del Padre Eterno, que responde a la figura de Dios Creador. Dios es representado por un hombre adulto, con una larga barba, llevando en su mano izquierda la bola del mundo, sujetada por un ángel, con la mano derecha levantada en actitud de bendecir y rodeado de nubes con una gran multitud de querubines, entre las mismas. El símbolo, la apariencia material de Dios, está hecha tangible por medio de atributos que representan, tales como la bola del mundo, la mano que bendice y el rostro humano.

Sirvan de ejemplo las pinturas que existen en la iglesia del convento de Nra. Sra. del Rosario de Arahal donde se puede contemplar en un óleo sobre lienzo, del siglo XVIII, que se encuentra en el lado de la Epístola o en la iglesia parroquial de Sta, María Magdalena, de la citada localidad, donde aparece representado en un óleo situado en el crucero, en el lado del Evangelio. En la parte superior del cuerpo de esta calle central y separado del ático por una cornisa en forma ondulante se encuentra enmarcado una nueva representación de la iconografía de Dios: El Espíritu Santo, simbolizado en la Paloma, en medio de un sol radiante y rodeado de querubines. Esta simbología aparece con frecuencia en los diferentes retablos y pinturas de la Iglesia ya que la 3a Persona adquiere en la Hermandad de la Misericordia una significación especial, no en vano la fiesta principal de la misma es en Pentecostés, fecha en la que se celebran sus cultos más solemnes, su función principal y el Cabildo general ordinario.

Esta costumbre data desde los propios orígenes de la Hermandad, como así constaba en sus primitivas reglas que constaban de veintisiete artículos y “que se acabaron en la villa de Arahal a veinte y nuebe días del mes de Junio del Señor de mil y quinientos y uno, siendo aprobadas por el Señor Provisor de la ciudad de Sevilla su fecha quatro de noviembre de mil quinientos treinta y seis”. La caja principal del retablo es la hornacina central que consiste en un arco de medio punto que comunica con un espacio interior o camarín.

Bibliografía:

«La Iglesia del Santo Cristo de Arahal. Historia y Arte». Rafael Martín Martín.